No te preocupes amiga mía… Torres más altas
las he visto caer.
c.c.h.h
El lugar aquel es un
espacio cómodo, diseñado a la medida de las necesidades de quien lo requiera; construido
sobre bases de egoísmo y donde conceptos como: Amor, Equilibrio, Reconocimiento
e incluso Colectividad pasan por su lado sin siquiera tocarlo.
El
lugar aquel no es un espacio ubicable geográficamente (quien tenga oídos para escuchar que escuche), o al menos no en la geografía
de nuestros cinco continentes, cuando mas, en la de las mentes de quienes lo
habitan y de quienes ineludiblemente nos hemos visto sofocados por su presencia.
Es un lugar realmente asfixiante.
Estoy
hablando de una situación concreta; vivida por muchas personas que quizá hoy leen
este texto. Personas que paulatinamente han visto cómo su espectro social de
vida es reducido a su orientación sexual o su identidad de género, y esta vez
no por parte de la sociedad directamente, sino porque lo que son o como se
comportan, pone en peligro el lugar aquel donde sus compañeros sentimentales se
encuentran.
Hoy
por fin entiendo que palabras como: gay, lesbiana, transgenerista o bisexual,
son concluyentemente términos políticos; revolucionarios en su máxima extensión.
Dichos abiertamente sólo por los transgresores de esta época que desean No un
cambio tangencial, sino uno estructural de la base de esta mundialidad.
Revolucionaros hombres y mujeres dispuestos a sacrificar algo más que una hora
de sexo a escondidas… dispuestos a sacrificar tiempo, espacio y piel.
El
lugar aquel por su parte potencializa todo lo contrario… representa el
escondite perfecto del homofóbic@, del gay de closet, del homosexual con
prácticas heterosexuales (y todas las
demás variaciones del mismo) de la lesbiana que se asegura un novio para
permanecer dentro de los parámetros heteronormativos y su respectivo Status
social de privilegio, y de paso dejar claro la superioridad sobre la disminuida
lesbiana que debe conformarse con las sobras de una fantasía con utópicos
resultados.
El
lugar aquel estratifica en más o menos (+ ó -) mas gay, menos gay, mas
lesbiana, menos lesbiana... en este orden de ideas, los menos (gay o lesbiana)
al cargar con menos estigma, porque en este caso todo es directamente
proporcional, tiene el privilegio de poder marcar su territorio, trazar los límites,
establecer horarios y dictaminar estándares para corregir defectos.
El
lugar aquel es como una cama mal distribuida. Mientras una persona duerme en el
centro con almohada, sábanas y cobijas… al otr@ le toca conformarse con el
privilegio de dormir a la intemperie, cruzado y a los pies del primer@.
Siento
mucha lástima de aquell@s que les ha tocado conformarse con dormir a los pies
de sus compañer@s; porque a pesar de que de ell@s es la revolución y de ell@s
será la victoria, much@s se verán obligad@s, quizá aburrid@s , a encontrar en “otr@”
menos privilegiado, un lugar amigable, considerado y amoroso donde dormir con
toda las comodidades de una cama bien distribuida.
El
lugar aquel lo llamo “el lugar de privilegio“, porque es un lugar comodín que
hombres y mujeres que aceptan vivir en una zona de combate, pretenden disfrutar
los beneficios de la victoria sin sacrificar un ápice de piel.
Christian Howard Hooker
dic. 2011